José Luis Moreno se reivindica

Con algo más de un cuarto de entrada en los tendidos y con temperatura agradable se ha celebrado la primera corrida de las que componen la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Se ha lidiado, banderilleado y dado muerte a seis toros de la ganadería Marqués de Domecq, bien presentados excepto el cuarto de apariencia anovillada, todos tomaron dos varas. Destacó el primero que fué ovacionado al arrastre. El sexto también fue aplaudido mientras que el resto fueron pitados.

José Luis Moreno (berenjena y oro) ha vuelto a reivindicarse en el Coso de los Califas, el de los Pedroches ha tenido una actuación solvente ante sus dos toros, sin apararentar que estaba ante su primera función de la temporada. Con mando y temple recibió sin probaturas a Datilero, y ya con la franela instrumentó una muy bien compuesta faena por ambos pitones. Cerró la faena toreando a dos manos y matando de una certera estocada que cayó levemente trasera. A sus manos fué a parar la primera oreja de la Feria ganada a Ley.En el segundo de su lote, un anovillado ejemplar del Marqués de Domecq, vovió a dar su mejor cara, en una faena de menos a más, que desgraciadamente no rubricó con la tizona necesitando de dos pinchazos, el primero de ellos sin soltar, y dos descabellos.
El vallesano deja la puertas abiertas de par en par de cara a su intervención el próximo martes junto a "Finito" y José Tomás.
Rafaelillo (verde oliva y oro), que se presentaba en Córdoba como matador de toros se ha llevado sin lugar a dudas el peor lote. Aún así el de Murcia ha puesto todo de su parte para agradar al público congregado. Recibió al segundo de la tarde con dos largas cambiadas en el tercio. La faena la comenzó de rodillas en un emocionante inicio que se fué diluyendo debido a la condición del astado. Eso sí, dejó una estocada que rozó la perfección tanto por su ejecución como por su resultado saludando desde el tercio. Tendrá que tenerlo muy en cuenta el jurado del trofeo Machaquito.Su segundo fue un auténtico marmolillo ante el que no tenía nada que hacer. No obstante, el murciano estuvo mucho tiempo en la cara del toro intentando lo imposible y justificandose más que de sobra. Dos pinchazos precedieron a una estocada. Saludos desde el tercio.

Juan Bautista (vino tinto y oro), también hacía por primera vez el paseíllo en los Califas. Pese a la poca transmisión que acusa en ocasiones se justificó . Fué el único que actuó en quites, en el segundo por verónicas y en el quinto por chicuelinas. El tercero de la tarde no le dió opciones y además lo mató mal mediante un metisaca y dos pinchazos.
En el sexto, planteó una aseada faena que fué ganando intensidad por ambos pitones. Cobró una estocada y tras una petición de oreja insuficiente saludó desde el tercio.