viernes, 22 de mayo de 2009

Me quedo con "Finito"

Como he tenido la inmensa suerte de nacer en una familia muy aficionada, mis padres me han llevado a los toros desde chiquito. Íbamos toda la familia. Era una fiesta. Mis padres, mis padrinos y mis hermanas. Recuerdo que de las cosas que más me gustaban entonces era que mi padre me llevara al patio de cuadrillas a ver a los toreros y al terminar la corrida al desolladero. Al salir de la plaza nos íbamos a cenar. Me volvían loco los pinchitos que preparaban en una terraza del Parque Figueroa. Además, nos atendía el hijo del dueño, que era novillero y que no paraba de contarnos sus proyectos taurinos. Me gustaba oirlo.

El 23 de mayo de 1991, tenía yo quince años cumplidos. En épocas anteriores, mis toreros habían sido Fermín Vioque, Rafael Gago, Manuel Rodríguez "Palitos", Paco "Zurito", Antonio Tejero, Antonio Manuel de la Rosa.... todos de Córdoba, y de fuera estaban entre mis preferidos Emilio Oliva, Víctor Mendes o los hermanos "Campuzano", pero desde la aparición de "Finito" mi perspectiva de los toros fué bien distinta. A mí como a muchos aficionados de mi generación, "Finito" nos puso en órbita. Córdoba había permanecida durmiente en lo taurino y un chaval la despertó un buen día, a golpe de naturales y verónicas

Ya de novillero había armado líos muy gordos. El orbe taurino había quedado rendido a sus plantas. Su alternativa traía de cabeza al mundo taurino y por supuesto a Córdoba entera. Por aquel entonces, no había medias tintas: o eras de "Finito" o eras de "Chiquilín". Yo, sin embargo pude sortear bien la división. Mi apoyo era total a todos los toreros cordobeses. Así disfrutaba más.

El invierno previo, con cambio de apoderado incluído (Camará sustituyó a Zurito), se había estado cuestionando la plaza donde accedería al doctorado, barajándose incluso que Juan Serrano se hiciera matador de toros en Nimes (como lo hicieran "Jesulín de Ubrique" y "Chamaco"entre otros), pero Córdoba ganó una vez más su apuesta con el destino.

Aquella temporada ya era yo abonado del Tendido Diez en el Coso de los Califas (llevaba ya algunos años), y junto a mis padres, nos vanagloriábamos de disponer de una magnífica localidad para el evento. Era tan importante tener entradas para la corrida de la alternativa que un amigo de mi padre llegó a ofrecerme 60.000 pesetas de la época en quesos y jamones... obviamente no acepté.

Aquel día fuí, creo, el primero en entrar a la plaza. Ví como, poco a poco crecía el ambiente. Como enjaezaban a las mulillas, los picadores daban picadero a sus caballos en el entonces minúsculo patio de la plaza, los matadores liandose sus capotes de seda, y los alguacilillos, que entraban por la puerta grande. No quería perderme nada. Vivía cada momento. Ya no había marcha atrás

Hoy, dieciocho años después de todo aquello me encanta decir: "Yo estuve en la alternativa de Finito". Sin más. "Finito" y su alternativa son mi mito.


Gusto de calificarlo así por muchas razones.Mito por su carácter maravilloso, mito por, aún habiéndose celebrado en una fecha determinada, trasciende de ésta situándose fuera del tiempo histórico. Y mito por su protagonista, por su carácter heroico, del que nunca tuve ninguna duda.

Quizás por eso, en ocasiones alejo a Juan Serrano de mi mito, porque siempre he pensado que puestos a elegir, me quedo con "Finito".

5 comentarios:

JUAN dijo...

Enhorabuena Rafa¡

Por tu blog que comienza su andadura con el mejor entre los mejores, y por compartir estos recuerdos, que ya forman parte de la historia, y que a tantos y tantos nos ha unido en ella.

Tendido Diez dijo...

Muchas gracias, Juan. Como no podía ser de otra manera "Finito" tenía que estar presente en el inicio de este modesto proyecto.

Gracias de nuevo.

santi dijo...

me quedo siempre con finito porque creo que dentro de la tauromaquia esta llamado a marcar una epoca viva finito.

Platerillo de Cordoba dijo...

estoy deseando de que llegue el martes y el viernes para poder ver a "Finito" otra vez

Anónimo dijo...

ENHORABUENA RAFA POR TU BLOG, UN ABRAZO MUY FUERTE DESDE MARBELLA DE UN SEGUIDOR ENAMORADO DE LA FIESTA NACIONAL Y DE LAS COSTUMBRES TRADICIONALES