
Sus padres demuestran así su cariño por la tierra natal del diestro, propiciando que los niños no pierdan las raíces paternas.
Bautizándose en esta Parroquia, enclavada en el barrio de los toreros y piconeros cordobeses, no nos podremos extrañar si dentro de unos añitos Juan Rodrigo sigue la estela que le marca su padre, volviendo a poner el nombre de Córdoba en todos los carteles del mundo.
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