La Fiesta de los Toros ha atraído desde tiempos atávicos a los artistas más seignificativos en cada época de diversas civilizaciones.
No pretendo en este modesto artículo enumerar todos y cada uno de los artistas que han pintado escenas taurinas, porque, sin lugar a dudas sería una lista interminable. Mi intención es sólo dar un paseo por la Historia de la Pintura, entresacando obras y autores que en un momento de su carrera pictórica cruzaron dos artes tan lejanos y tan próximos como el Arte de Torear y la Pintura.
Francisco de Goya y Lucientes, el universal pintor nacido en Fuendetodos, fué un gran aficionado a los toros. Eso le hizo tocar en momentos puntuales el tema taurino. A mí personalmente su obra taurina que más me gusta es el grabado titulado "Ligereza y atrevimiento de Juan de Apiñani".
Uno de mis pintores preferidos es el vasco Ignacio Zuloaga y Zabaleta. Sus obras muestran a toreros estilizados y gallardos en paisajes muy personales.


Como no podía ser de otra forma, también artistas extranjeros soñaron con el arte de Pedro Romero. El genio del impresionismo francés Édouard Manet, inmortaliza en su serie La Corrida diversas etapas del arte de torear.


Dentro de la misma corriente impresionista podemos citar a Mary Stevenson Cassatt, nacida en Pennsylvania (Estados Unidos) de la que quiero destacar una magnífica obra titulada "Toreador".

Nerva es mundialmente famosa por el pasodoble que lleva su nombre. También lo es por ser la cuna de Daniel Vázquez Díaz, excepcional artista que pintó los frescos de la Rábida en su Huelva natal y también se mostró fascinado por los toros.



El cordobés Julio Romero de Torres plasma de forma sensacional sus sentimientos en sus lienzos taurinos:
Pablo Ruiz Picasso, malagueño de alma y grandísimo aficionado de corazón añora las corridas de toros desde su retiro francés. Sangre y triunfo desde muchas perspectivas:


En la actualidad el colombiano Fernando Botero muestra sus toreros rechonchos en sus series taurinas:


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