
Sin lugar a dudas, es el umbral más deseado de la torería cordobesa.
En el zaguán, los bustos en bronce de los cinco Califas del Toreo flanquean la puerta. Son testigos mudos de cada triunfo.
En el zaguán, los bustos en bronce de los cinco Califas del Toreo flanquean la puerta. Son testigos mudos de cada triunfo.
Los cuatro primeros fueron realizados por el insigne escultor valenciano afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz olmos y el quinto (el del Cordobes) fué realizado a raíz de su nombramiento como Califa, en el año 2002 por el joven escultor cordobés Juan Antonio Ortíz Barasona.
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